No conozco a nadie que le guste llamar a los teléfonos que empiezan por 902. No deja de ser una tomadura de pelo que para solicitar un servicio que has contratado (luego ya lo pagas) encima tengas que volver a pagar. Es como si la empresa quisiera compensar su bajada de precios con un incremento de ingresos por otra parte. Una tomadura de pelo que nos impide conocer los costes reales de lo que estamos contratando. Por no hablar de las dificultades que supone conversar con una máquina...
Otro motivo de rabia es que las compañías de telefonía fija han extendido las tarifas planas: una vez que pagas el mantenimiento de la línea, las llamadas locales, regionales y nacionales no se abonan. Salvo que llames a un 902.
Sin embargo, hay dos formas de luchar contra ese método. El primero es tener la suerte de recibir una llamada del 902 con el que has tratado de hablar en tu móvil. Si hay suerte, saldrá un número fijo que es el que te llamas. Si lo apuntas, ya tienes un teléfono con el que contactar para el futuro.
Pero también hay personas que ponen esos conocimientos a disposición de todo el mundo como en el proyecto web No más 900. Con un sistema de trabajo wiki, se van recopilando los equivalentes de los principales 902 de España. Tan sólo hay que escribir en el buscador el nombre de la compañía o el télefono y aparecerá el equivalente en tarificación normal.
Yo lo probé en un par de ocasiones y me ha funcionado.