sábado, 22 de septiembre de 2007

Rañón en su salsa

El Pleno municipal de Avilés nos ofreció el pasado jueves un nuevo espectáculo de Rañón en su salsa. Se nota que el chico lo lleva en los genes. Rañón es el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Avilés, lo digo para los que no conocen el pueblo ni el paisanaje, que algún lector tengo de allende del río Arlós. Se debatía una moción del PP sobre la gestión de la lonja pesquera. Se trata de un asunto muy polémico, del que se habló y escribió mucho ante de las elecciones y donde el PSOE se quedó siempre en solitario. El PP retomaba una moción aprobada antes de las elecciones y pedía que se convocase un nuevo concurso, ya que el anterior quedó desierto y pendiente de un recurso judicial presentado por uno de los participantes. Ese argumento era el utilizado por el PSOE para rechazar la propuesta del PP. Rañón también declaró que no apoyaba la moción y aprovechó una rueda de prensa para soltar zurriagazos a los ediles del PP, a los que llamó de todo menos bonito. Así las cosas, llegó el Pleno y, en el momento de la votación, IU se abstiene. El PP logra el apoyo de ASIA, suficiente para vencer al PSOE y el gobierno (PSOE e IU) pierde por primera vez en el mandato una votación en el Pleno. A efectos prácticos, esto tan sólo significa que el Ayuntamiento escribirá a la Autoridad Portuaria para darle cuenta del asunto y, todo lo más, la alcaldesa lo comente en un consejo de administración. A efectos políticos y ocupar espacio en la prensa, el PP logra un excelente argumento para denunciar la inestabilidad del gobierno, como empezaron a hacer justo después del Pleno.
En fin, todo un espectáculo gracias a Rañón que, seguramente, salió del Pleno más satisfecho que un ocho pensando que ha demostrado su gran estrategia política porque ha demostrado al PSOE que, aun con dos ediles, son decisivos y, a los suyos, porque demuestra que IU es una formación autónoma y que se enfrenta a la derecha con argumentos y no los apoya.
Pero uno piensa que Rañón en su salsa es un plato indigesto porque los socialistas, a buen seguro, se preguntan para qué quieren un socio de gobierno que, a la primera de cambio, te deja con el culo al aire. E igual resulta más cómodo pactar con ASIA. Con los mismos sueldos y asegurando un par de fotos diarias a Sabino, igual se logra más estabilidad y, sobre todo, más tranquilidad.
Y más de un votante de IU se preguntará para qué un grupo municipal que, estando en el gobierno, permite perder a su gobierno mociones. Y cómo es posible que enfrentándose a la derecha, permite que ésta apruebe sus mociones. Todo el mundo sabe que buena parte del electorado de IU aborrece al PSOE y lo soportan como un mal menor y odian al PP con todas sus fuerzas. Y, claro, para votar una lista que permite el gobierno del PSOE y que el PP saque pecho aprobando sus mociones, mejor se quedan en casa. E igual así se explica la sangría de votos que va teniendo IU en las últimas elecciones. O sea, Rañón en su salsa.

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