Estimado Monseñor:
Sirva la presente para felicitarle por su re-elección como presidente de la Conferencia Episcopal Española. Dios nos ha puesto en este mundo para servir y no para ser servidos y, como modesto católico de base, es una satisfacción ver como nuestros pastores demuestran con el ejemplo esa vocación. No dudo que el ejemplo de Cristo, su espíritu de denuncia, también impulsan su magisterio.
Afronta numerosos retos en los próximos años, con una Iglesia situada en una sociedad cambiante, convirtiéndose en un actor más en un escenario público donde debe regir un sano laicismo. Me gustaría aportarle consejos sobre lo que se debe hacer o no, pero uno no alcanza a tanto. Tan sólo le aseguro que, en mis oraciones, solicitaré al Espíritu Santo que le guíe en la tarea, siempre difícil, que usted y sus compañeros de la Conferencia Episcopal Española inician esta semana.
Afectuosamente
Fernando del Busto