domingo, 3 de julio de 2011

Alfredo en su laberinto

Alfredo Pérez Rubalcaba, llámame Alfredo, asegura en Galicia que conoce, las recetas para terminar con el paro en España. ¡¡Gran consuelo para los millones de desempleados que mañana no tendrán donde trabajar, ya que lo dice un miembro del gobierno que debe luchar contra la crisis económica!!
Después de escucharlo, aunque lo dicho se haya pronunciado sin la corbata del candidato, es preguntarte a qué espera para decir esas maravillosas ideas en el consejo de ministros donde él ocupa una privilegiada presidencia. Uno piensa dos cosas. a) que las ideas surgieron después del consejo de ministros, con lo que mañana, cuando se vuelva a poner la corbata, podrá aplicar las ideas y se creará empleo en este país que tanto lo necesita. Y b) que esas ideas no existen, pero entonces nos estaría engañando y Alfredo no engaña porque, como él dijo, este país se merece un gobierno que le diga la verdad.
También puede ser que c) lo haya dicho en el consejo de ministros y no le hayan hecho caso  o d) le hayan hecho caso y seguimos como estabamos.
Claro, que si la respuesta correcta es c no sé a qué espera a dimitir y denunciar públicamente lo malo que son sus antiguos compañeros. Si es d) entiendo que no quiera decir nada.
Sea la opción que sea, me parece que Alfredo se encuentra en medio de un buen laberinto.

San Pancracio, de junio, 2011

No sé lo que será más resistente: mi paciencia convocando, mes tras mes, San Pancracio, o la legión de votos en blanco. Sea lo que sea, hoy toca abrir el plazo de presentación de candidaturas para el San Pancracio de junio de este año.
Espero sus propuestas. De momento, la mía es Dani Pedrosa, cuya trayectoria bien se merece este San Pancracio.
Espero que el próximo lunes se puedan iniciar las votaciones.
Gracias a todos por participar.

Los racionalistos



Vivimos una época de cambio de siglo, apasionante como todas. Esperamos una nueva sociedad que no termina por llegar mientras la vieja sigue igual de viva. Aparecen por doquier ideologías que retoman los frutos del pasado implicando nuevas orientaciones.
Una de ellos son los racionalistos. Es un grupo fácilmente identificable. Prolifera entre personas sin formación académica, por lo general. Apelan a la ciencia y a la razón como argumento supremo pero, sobre todo, como ariete para atacar todo lo relacionado con la Fe y las creencias. De la Iglesia católica, nada que hablar. Es lo primero que queman antes de empezar a hablar.
Olvidan que ambas dimensiones son compatibles. Pero lo peor es que caen en un fanatismo irracional y cruel, peor que aquel que creen combatir con el nombre del progreso ya que, olvidan, que aunque el origen de la Fe es a-racional, su formulación y vivencia son perfectamente razonables. Creer y razonar son realidades próximas separadas por un hilo muy delgado, no dos actitudes enfrentadas.

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