Un amigo me hace llegar unas cuantas fotos de la procesión de La Borriquilla en aquellos años en los que unos pocos tenían presa a media España. Los más jóvenes no vivimos esa época y, al ver la imagen no tengo nostalgia, tan sólo me acerco a un tiempo pasado que ha hecho que yo sea como soy. Y veo a una sociedad diferente, posiblemente más triste que la actual. Es inquietante la presencia del guardia armado al lado de la procesión. Fe y armas siempre han casado mal. Es parte de nuestra memoria, de nuestro pasado y, si buscamos entre las caras, encontraremos a nuestros padres, abuelos y los de nuestros amigos.
Más allá de la reflexión, viene la imagen a que hoy comienza Semana Santa y la mayoría, creyentes o no, vamos a bendecir la palma y a llevarla a nuestros padrinos.
Buena Semana Santa para todos.