domingo, 25 de diciembre de 2022

¡¡¡Feliz Navidad!!!


 


Este año mi semana de vacaciones navideñas ha sido tan intensa que no he tenido tiempo a preparar un texto para el blog  ni para copiar unos villancicos de Santa Teresa de Jesús.

Gracias a Dios, logré lanzar mi felicitación a tiempo, aunque aún quedan unas cuantas por mandar.  Según leo en la Wikipedia, Eugenio Cajés fue una de las figuraras del naturalismo madrileño, en el primer tercio del siglo XVII. Esta Navidad fue un cuadro que se conoció allá por 1992, por una donación de Plácido Arango a la pinacoteca española. 

Me cautivo el contraste entre la luz y la noche, entre la noche de la vida humana y la Luz que representa el nacimiento de Cristo. También la figura del Niño Jesús, que casi parece un adolescente, incluso, por su escorzo, podríamos ver a un avance del Descendimiento de la Cruz. Toda una lección de Teología para una época en la que la enseñanza era, fundamentalmente, visual. Ayer, en Nochebuena, un amigo me reenvió el artículo de Jorge Bustos en El Mundo, escribiendo con mucho acierto sobre la oscuridad y la luz de la Navidad.

Me estoy separando de mi camino. Porque yo sólo quería felicitar la Navidad a los lectores de este blog y su universo virtual.

¡¡Feliz Navidad!!

jueves, 22 de diciembre de 2022

Pecados Capitales, ya en la calle

 


René Fotógrafo


Cuando en 2019 entrevisté a Nieves Penela para presentar su proyecto editorial, Orpheus Ediciones clandestinas, surgió la posibilidad de que editase con ellos. Sus planteamientos me convencieron casi tanto como su pasión, aunque fue ésta la que me llevó a dar el paso de entrar en la mafia órfica. El mayor problema era ofrecer un original que me convenciese lo suficiente para dar el paso. 

En esos momentos, sólo disponía de algunos cuentos. Muchos de ellos, especialmente los microrrelatos, ha los había presentado aquí lo que, en la práctica, significaba que eran inéditos. Así que le propuse la edición de un libro de cuentos y aceptó nada más leerlo.

A partir de ahí, comenzó un largo proceso de pre-producción. Por desgracia para nosotros, fue largo  por razones ajenas a nuestro control. Planificando el lanzamiento y todo esos líos, el SARS-COV 2 apareció en nuestras vidas y todo cambio de la manera que lo hemos sufrido. Aunque el virus (maldito) sigue amargando a mucha gente y preocupando a los sensatos que aún quedan por el mundo, pasado el tiempo retomamos el trabajo y nos retomamos el proyecto allí donde lo habíamos dejado.

De esta manera llegamos al 21 de diciembre (ayer) a la presentación en el Aula de Cultura de La Voz de Avilés, la que viene siendo mi casa profesional desde agosto de 1994 cuando empecé en la sección de Deportes, como muy bien recordaba ayer la magnífica anfitriona, Mercedes Soignie. También conté con el apoyo de la prologuista Sofía Lahera, amiga y al que siempre estaré agradecido por su pasión en la defensa de Pecados Capitales.  A Cristina del Río le debemos la crónica que en el periódico de hoy deja para el futuro la charla, y también la información previa.


Escuchando a Sofía. René Fotógrafo.


Pecados Capitales, como ya he apuntado, es una colección de cuentos. Su mayor aspiración es entretener al lector, de igual manera que uno, como autor, ha disfrutado escribiendo. Aunque el humor es un género especialmente difícil, Sofía, como atenta lectora, lo elogió y, sinceramente, intenté que hubiese bastantes gotas de humor. También fantasía, misterio, metaliteratura y un poco de erotismo. 

Si algún lector de este blog quiere adquirirlo, lo encontrará en Todos tus libros, aquí os dejo el enlace que lleva directamente a la página. Entre las librerías asturianas, sé que, al menos, en Cervantes , en Oviedo,  Casona (en Avilés), Casa del Libro y La Buena Letra, ambas en Gijón, habrá ejemplares.


Las fotos de la presentación son de René Fotógrafo

domingo, 11 de diciembre de 2022

Yo sigo el Mundial

 


Foto de Rhett Lewis en Unsplash

Ha sido comenzar las eliminatorias del Mundial de Catar y, mira por donde, todas las voces que hablaban del Mundial de la Vergüenza, Mundial manchado de Sangre han terminado por desaparecer de la escena. Me sorprende que, ahora, haya gente que descubra la corrupción en la organización de los grandes eventos internacionales, como si Madrid hubiese perdido la Olimpiada por casualidad. 

La defensa de los derechos humanos es algo noble y deseable, pero en todas ocasiones. Porque, sinceramente, a toda esa legión de ofendiditos por el Mundial de Catar no los escuché en las Olimpiadas de Pekín o el Mundial de Rusia que son, como sabemos, lugares ideales para los derechos humanos y la democracia. Tampoco cuando compran sus iphone o android, ensamblados en países de dudosa exigencia democrática. Y a saber la ropa que visten. En fin, mezquinos hay en todas partes y lo peor fue que, por un momento, parecía que no nos iban a dejar disfrutar de los partidos con sus gritos. 

Sería algo catastrófico, eso de perder momentos épicos como la sorpresa de Marruecos, el ejemplar comportamiento de Japón o el valor de los iraníes que protestaron hasta que les advirtieron que ellos o sus familiares serían torturados de seguir por ese camino. Ese día no comí pistachos en protesta contra Irán.

Lo que más me molesta es que se indignen por las condiciones de esclavitud que Catar sometió a miles de trabajadores que, seguramente, con ese salario, alimentaron a sus familias que dejaron en sus países. A saber las condiciones que dejaban atrás para asumir lo que les vino encima en esos días.

Y lo que me indigna es que la respuesta a esa falta de respeto a los valores democráticos sea el aislacionismo. Una de las cosas que nos enseña la historia es que el intercambio entre los pueblos genera progreso y libertad. Aislada está Corea del Norte; Japón en el siglo XIX, como todo el sudeste asiático, cuando se cerraron a las influencias de los misioneros extranjeros porque temían el efecto en su libertad. En cambio, en las naciones libres florecen los derechos humanos. ¿Será casualidad? El cambio de una mentalidad es un proceso lento, que necesita de un largo camino y que no se va a lograr montando números que nadie de los implicados entiendo. Mientras tanto, que nos dejen disfrutar de lo que puede ser un mundial sin finalistas europeos desde 1950.

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