Asturias: mapa político

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El próximo 27 de marzo se constituirá la Junta General del Principado, un parlamento que se presenta realmente interesante tanto por la gravedad de la crisis económica y social (que obligará a un importante ejercicio de parlamentarismo para encontrar una solución) como la ausencia de una mayoría clara para determinar el gobierno de Asturias. 

Así las cosas, esta es una breve guía política para entender el estado de la situación. Pero, como siempre sucede, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. No me hagan mucho caso.

El PSOE se encuentra a punto de gobernar, pero preferiría no hacerlo. No tanto por la incomodidad de la crisis, sino por el conjunto de factores: ausencia de una mayoría en el parlamento, exceso de actores; falta de diálogo con el gobierno central, una crisis larvada en el interior con el arecismo reclamando su protagonismo...

Foro Asturias vive el dilema de moderar su discurso y aceptar la realidad o tirarse definitivamente al monte. Se acerca al PP y alcanza un pacto de gobierno después de todo lo escrito en su termitero, perdón, hormiguero y en mil y un intervenciones. O antes se encontraban engañados o es ahora. Un cambio tan rápido de criterio sólo indica una peligrosa inestabilidad mental. 

El Partido Popular ha dado un giro de 360 grados. Lo más peligroso es que la comandante se ha mareado y así se encuentra la nave, sin saber hacia donde ir.

Izquierda Unida sufre la frustración de subir en votos, pero mantener el número de escaños; querer ser gobierno y verse incapaz de aportar la estabilidad que se exige a un socio minoritario; querer ser gobierno, pero quedarse en la oposición.

Upyd se ha convertido en un inesperado actor, capaz de decidir quién gobierna. Como suele pasar en los cuentos, se ha cumplido la realidad que querían. Sólo que ahora deben mojarse y correr el riesgo de centrifugar a parte de sus votantes.

Hubo un tiempo

Hubo un tiempo en el que creí que no podría vivir sin escribir.

Hubo un tiempo en el que pensé que jamás me acostaría sin haber leído media docena de versos, sin haber descubierto una nueva joya de la literatura.

Hubo un tiempo...

Y todos ellos han pasado, se han ido y vuelto; han caducado pero siguen en el recuerdo de ese vagabundo tan feliz. Ese es el tiempo realmente importante, el de la felicidad. Descubrirlo es cuestión de año.