Comienza un nuevo mes y nada mejor que un trabajo de Vicente Pastor para encargar las próximas semanas con una sonrisa en la boca. Pastor es uno de los creadores asturianos más interesantes. Su trabajo se basa en una reflexión sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, cómo las construcciones culturales conforman nuestra relación con el entorno. Hace unos días, regaló a unos cuantos amigos y conocidos la imagen que ilustra este comentario. Nos deseaba lo mejor y me sumo para transmitir ese deseo a todos los que visitan este Archipiélago.
Agosto se presenta como un mes de trabajo, cargado de incertidumbres por la banda de frikis que están tratando de terminar el palacete de El Cerillero y que tienen serios problemas para distinguir el culo de una vaca de un buzón de correos. A partir de ahí, no os cuento más.
Agosto es el mes de la Feria de Muestras y de los bocadillos, de los fuegos de Begoña que siempre son los peores de Asturias y de San Agustín, donde no volveré a pisar las calles; agosto es la antesala de los cambios del otoño; el mes para rematar algunos textos y el de los buenos deseos.
Agosto es otro mes y os deseo a todos lo mejor.