Fin de semana familiar. Comida de una ilustre familia familia en un conocido restaurante de la ciudad. Embutido ibérico, sidra, platos sublimes. Reencuentro con los familiares ausentes todo el año, bromas sobre las leyendas urbanas... Pero el patriarca está preocupado, apenas habla, está callado, está triste. ¿Qué le pasa al patriarca?
-Desde hace quince años, nos reunimos en esta misma fecha en este restaurante de Avilés. Y no nos citan en el Beltaine.
-No somos nadie.
-Tranquilos, tampoco aparece la procesión del Corpus.
-Además, atacan a la Iglesia.
-No somos nadie.