lunes, 14 de mayo de 2007

Freedom for Pantoja

Los pudimos ver en varios medios de comunicación. Isabel Pantoja actuaba por primera vez desde su paso por prisión y la imputación de una serie de delitos que afectan al bien común (ya se sabe que Hacienda somos todos) y los seguidores más apasionados acudieron con las pegatinas en el idioma del Imperio para que todo el mundo entendiese su mensaje: "Freedom for Pantoja".
Pero es que Pantoja igual es una persona que no merece la libertad, porque ha delinquido. Y cometer delitos supone ir contra el bien común, contra la sociedad, como se porta el ladrón, el violador, el terrorista. El monopolio de la violencia y la represión corresponde al Estado. Es la forma de tratar de organizar esta sociedad caótica, libre, abierta y plural. Y ojalá siga igual de viva nuestra sociedad, porque lo contrario puede ser la paz de los cementerios. Son motivos suficientes para condenar a la cárcel a quienes incumplan las normas de juego.
Reclamar la libertad de un presunto delincuente, o de un delincuente confeso, por méritos ajenos a la causa delictiva (porque canta muy bien, escribe de maravilla o es un genio de la cocina, me da igual) no deja de ser una vulgarización de la democracia, nos acerca más al chavismo o una dictadura castrista. Más que freedom para Pantoja, se le debe reclamar un proceso judicial rápido y un juicio justo. Y que se aplique la ley para saber si puede pasear por la calle como los que cumplimos nuestras obligaciones o se queda una temporada en la sombra.

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