viernes, 26 de agosto de 2022

Viernes de poesía: "Cambio de dirección" de Izet Sarajlić



CAMBIO DE DIRECCIÓN


Cada vez más a menudo

más amigos

cambian de dirección.


Ahora también Alfonso Gatto.


Hasta ayer habitaba en Roma

en la alegría vía Margutta.


Ahora se ha mudado

al cementerio

de Salerno.


Ésta es la peor

de las veintiocho direcciones que ha tenido.


Era mejor incluso

aquella de la época de Mussolini:

Alfonso Gatto,

Prisión Central,

Milán


(1976)

miércoles, 24 de agosto de 2022

Arde España


 


Foto de Denys Argyriou en Unsplash


La imagen se reproduce verano tras verano con una periodicidad que terminará por hacernos insensibles. Los incendios del verano son ya un fijo en los informativos de agosto si, en el caso de tener suerte, no lo han sido los meses previos. 

Los incendios son cada vez más feroces y más grandes. Era algo plenamente previsible y lógico. Es el precio que pagamos por abandonar las zonas rurales. Décadas de éxodo del campo a las ciudades (sinónimo de prosperidad y más calidad de vida) han terminado por dejar el terreno perfecto para las llamas. Recuerdo cuando me comentaban como desde Illas se podía ir llegando hasta Castrillón por sendas. Los usaban los trabajadores de la Real Compañía para ir a trabajar a Arnao. Cuando me lo contaban me extrañaba porque es una buena caminata, de un par de horas por lo menos, pero, sobre todo, me explican que esos caminos se encuentran hoy en día comidos por el bosque. Kilos y kilos de maleza esperando a la sequía, un rayo, un accidente, una imprudencia o un desalmado. 

Los incendios han existido y existirán. La clave es aprender a convivir con ellos, a gestionar el territorio.  Aconsejo la escucha de este diálogo en la Fundación Juan March donde Marc Castellnou y Emilio Chuvieco reflexionan sobre la evolución de los incendios y los retos de gestión.

Y, mientras tanto, convendría que las políticas tuviesen más presente el mundo rural, la necesidad de mantenerlo con vida y dotarlo de atractivos (telecomunicaciones, acceso en condiciones asumibles a los servicios sanitarios, culturales y sociales) para construir un frente activo contra el fuego. 




miércoles, 10 de agosto de 2022

El jugador



El jugador

Llegué a El jugador de pura casualidad. Carecía de referencias, aunque tener a Mark Wahlberg como cabeza del reparto garantizaba que podía haber cierto interés. No recuerdo películas suyas que me hayan aburrido o, al menos en exceso.

En este caso, encarna a un profesor de Literatura, apasionado por el juego. Su ludopatía no sólo es una adicción, sino que es un camino en el que busca algo más, una apuesta definitiva, una redención. Leyendo lo escrito parece que la película será increíble pero con esos miembros no se llega a ninguna parte. En ese sentido, es un filme fallido, pero existe un momento memorable, épico; de los que marcan. 
Aparece en el tramo final, justo cuando comienzas a arrepentirte de haber escogido esa película. Y, entonces, John Goodman demuestra ese pedazo de actor que es.  Aquí se la dejo, mejor que describirla.  Es la versión doblada, advertencia para puristas.






"Nivel que te jodan..." Desde entonces no hay mes en el que no use esa frase. 


martes, 9 de agosto de 2022

Yo fumador


 

Como fumador, no he podido menos que sentirme indignado al leer que la persecución al tabaco llega a los espacios públicos: se va a prohibir fumar en los playas. Como muy bien explica Juan Neira la ocurrencia no viene de mano del prohibicionismo patrio, sino que es una iniciativa de la Comisión Europea que lo quiere vigente en toda la Unión para 2025 o sea, a la vuelta a la esquina.

La necesaria defensa de la salud se ha convertido en una verdadera cruzada contra el tabaco y sus defensores. No importa la diferencia entre los tipos de consumo; no importa que seas un fumador cívico y tires la colilla o la ceniza en un cenicero portátil. Se impone una idea de la salud por encima de todo. Si, directamente, nos acotan más las posibilidades de fumar, ¿por qué no quitar los impuestos sanitarios al tabaco? 

¿Por qué no respetar la libertad del individuo, por qué no dejar que una persona decida disfrutar del tabaco, de la nicotina? La muerte está presente en la vida. Es comprensible la prohibición de fumar en un espacio público cerrado, en el trabajo, pero este paso que se da se convierte ya en persecución.

Algo tan tranquilo y relajado como fumar una pipa será un acto revolucionario, subversivo. Y, señores de la Salud Pública, por mucho que prohíban, la gente se seguirá muriendo, seguirá enfermado de cáncer, también de pulmón, y seguiremos fumando.

martes, 2 de agosto de 2022

Regreso al trabajo

 


Foto de Sergey Zolkin en Unsplash


Un uno de agosto de 1994 llegaba por primera vez a la redacción del periódico. Hoy también ha sido uno de agosto, pero han pasado muchos años, los suficientes para que el joven que entonces recibía un tipómetro para medir el espacio antes de escribir en el procesador de textos y una calculadora para no errar en el número de caracteres (cada pulsación de ordenador, incluyendo blancos) vuelva a golpear a la puerta de la oficina y preguntar si se trata de La Voz de Avilés, donde Fernando del Busto tenía que incorporarse.

Muchas cosas han cambiado desde entonces. Ya no regreso a casa caminando tranquilamente, sino que conduzco treinta kilómetros. Mis padres ya no me esperan para saber de mi primer día, sino que ahora le cuento a Costilla el regreso mientras Costillina escapa del rollo que, esta noche, soltará su padre. Tengo menos pelo, mucho menos pelo y también estoy más gordo, bastante más gordo.

Otras cosas no han cambiado. Sigo fumando en pipa, hace calor como todos los agostos y, como todos los agostos, toca buscarse temas debajo de las piedras. 

¿Qué le diría el Fernando actual a aquel que comenzaba a aprender, a desarrollar todo lo  aprendido? Pocas cosas, la verdad. Me guardaría los errores y equivocaciones porque eso provocaría otros y, la verdad, no me quejo de como me ha ido la vida. Lo afirmo y, por esa razón, no acentúo el como, ya que no pregunto nada. ¿A dónde me llevarían otros errores? ¿Alcanzaría el mismo lugar? No lo sé; queda para un divertido juego intelectual en mi próximo baño en la piscina, o para una reflexión mientras me quedo dormido pero poco más. 

La vida está ahí y me toca seguir aprovechándola, exprimiéndola como un limón.

 

 

 

 

 

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