viernes, 10 de agosto de 2007

Una cara muy dura

La crisis que sufre Barcelona durante las últimas semanas ha servido para demostrar que el actual gobierno se encuentra agotado o pleno de incapaces. Lo primero lo afirmo por la ausencia de reacción, lo segundo por las pocas respuestas que se van leyendo. En el Reino Unido, ante un brote de fiebre aftosa, el gobierno impone una absoluta transparencia informativa y el primer ministro se reune el primer día con los ganaderos para transmitirles su apoyo.
Aquí no. La segunda ciudad, o la primera para muchos, más importante de España se queda sin electricidad y aún estamos en una batalla para saber quién es el responsable. Zp no aparece, acude Magdalena Álvarez y dice, tras el caos del Aeropuerto, que los aviones llegan puntuales a Barcelona. No, claro, el problema es que luego los pasajeros no salen de la terminal o salen sin maleta. Uno veía a la ministra en la tele y alucinaba. Es como si uno va al médico con el brazo roto y te dice: tranquilo, que de las piernas te veo muy bien. Ya, pero sigo con el brazo roto. Mientras, Zapatero anuncia que se nos viene de vacaciones a Asturias. Ala, habrá que sonreír.
Y en eso llega un responsable de Adif, el ente que gestiona las infraestructuras ferroviarias, y nos dice que el caos ferroviario de Barcelona es responsabilidad del anterior gobierno, porque diseño mal el AVE. Puede ser, no voy a discutirlo porque de trenes sé poco. Sacar el billete y nada más. Pero, me pregunto, si el anterior gobierno va camino de consumir el mandato: ¿no podía darse cuenta antes de los problemas de que las cosas estaban mal? Porque si no se dio cuenta o eran unos incapaces, o lo asumían como correcto. Es decir, son responsables de la actual situación. Si dándose cuenta de los errores, vieron que era imposible corregirlos, al menos podrían avisar a la población y adoptar las medidas oportunas para reducir las molestias. O sea, gobernar. Y, si un gobierno renuncia a gobernar, es que o tiene la cara muy dura, es un incapaz o se ha agotado.

Cuando las barbas de tus vecinos...

Alemania anuncia que, en 2018, cerrará todas sus minas. La subvención anual que destinan a mantener las minas abiertas resulta excesiva y deciden cerrar todo el sector. Es el duro y sencillo resumen. La decisión se adoptó por el gobierno alemán, la gran coalición donde están la SPD, la socialdemocracia, con lo que los poderosos sindicatos alemanas estarán, como mínimo informados.

Así las cosas, Asturias debe ir preparándose para el cierre de las minas que aún quedan abiertas. Su situación es igual que la Alemania, es decir, deficitarias, y si el país motor de la Unión Europea fija ese camino, los demás lo seguirán. Más tarde o más temprano, pero lo seguirán. Se aproxima un momento doloroso y lo único inteligente es saber gestionar ese cierre con las compensaciones necesarias para asegurar el futuro de esos territorios. Las barricadas y los gritos de no pasarán quedan guapos para la estética, para la épica vacía, pero no solucionarán los graves momentos que se avecinan.

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