lunes, 27 de agosto de 2012

Un regalo



Sonó el móvil. Era un mensaje del guasap. Allí estaba ella, sonriendo, señalando Villafer, un pueblo por ahí perdido, por Castilla. Villafer, la que podría ser mi ciudad, con adjetivo posesivo. 
Pero, en realidad, poco existe propio. La propiedad es, posiblmente, una de las mayores mentiras que existen. Vivimos cuando damos y, lo que creemos nuestro, suele ser prestado. 
Villafer, la utopía de un territorio propio, como este Archipiélago, que no es físico, pero sí, en el silicio y en la electricidad, en esos mundos de la física.
Villafer, un regalo. Como este Archipiélago en el que soy tan feliz, escribiendo y compartiendo.

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