A algunos libros llegas por felices casualidades. Una exposición dedicada a la literatura francesa en la biblioteca del Ateneo de La Calzada provocó que en mi mochila terminase La nieta del señor Linh de Philippe Claudel (editorial Salamandra, traducción de José Antonio Soriano). Es un libro pequeño, unas 128 páginas, y que prácticamente se lee de un tirón.
La ternura y la humanidad de la historia enganchan al lector nada más empezar, lo que incluso motiva que se perdonen algunos fallos menores que aparecen en la narración. El señor Linh es un refugiado que, en su país de destino, entabla relación con un hombre. La diferencia de idiomas y cultura no impide la comunicación entre ambos. La ternura y la bondad son lenguajes universales. La narración evita las aristas políticas para centrarse en la relación humana, donde no falta una lectura metafórica de los espacios.
Cuando terminé la última página quedó ese sabor de haber disfrutado de la escritura de Claudel y la necesidad de secar un par de lágrimas.
Un libro absolutamente recomendable, como lo demuestra el gran éxito que ha tenido.
Photo: http://salamandra.info/libro/nieta-del-senor-linh