sábado, 18 de agosto de 2007

Me estrené

Este jueves me estrené. Fue el primer Pleno del nuevo mandato. Se notan cambios interesantes. Los portavoces parecen más tranquilos y evitar leer sus intervenciones, lo que reduce un poco la pesadez de los debates. Fue un Pleno tranquilo, donde se vieron apuntes interesantes. Típico partido de pre-temporada, que escribiría el cronista deportivo.
Pilar Varela manda con mano de hierro en guante de seda. Es estricta, pero cuida las formas. Alfredo Iñarrea cumple, documenta bien las intervenciones. Rañón se mantiene en su línea, aunque más tranquilo. Se le nota con ganas de dar caña a Antonio Sabino. Manuel Peña parece más natural que en el anterior mandato. Como lider de la oposición es severo con el gobierno, pero mi opinión es que se encuentra más cómodo. ¿Será la ausencia de Aréstegui? Antonio Sabino puede ser un buen novato. Aún no controla todos los mecanismos del Pleno (lo que entra en lo normal), pero entra en los debates, aunque no le gustan. De hecho, en un momento dado lo llegó a decir: "Si hay que debatir aquí, se debate, pero creía que sólo se hacía en las comisiones" Su mayor reto es aprender a modificar su estrategia en el debate. Así, discutiendo sobre las tarifas de aparcamientos en la ciudad,planteó un primer argumento bueno: Oviedo y Gijón son más baratos que Avilés aludiendo un estudio del que no facilitó autores (típico recurso de buscar el prestigio intelectual de fuente ignota). Rañón se lo desmontó recordando que las fracciones de cobro eran diferentes y, por lo tanto, no se podían comparar. Y, a partir de ese momento, no supo salir, tan sólo repetir lo del estudio.
Carmen Maniega también es de las que le cuesta escuchar. Soltó una joya como la siguiente: "Avilés es una ciudad con una población envejecida, con un 1% mayor de 65 años" Así, tan tranquila. Y, a pesar de las advertencias de sus compañeros de grupo, que se escucharon en todo el salón, redujo a dos los tres centros de día para mayores existentes en la ciudad y se inventó un equipamiento inexistente en la ciudad. Purificacion García aprovechó ese récord de errores en tan poco tiempo y se los recriminó. En su réplica, Maniega comenzó llorando: "No me insulté, no me insulté". Tan sólo le faltó llamar al primo de zumosol para que la defendiese. En el mandato anterior logró el máster del insulto, a ver qué hace en los próximos cuatro años, la que aspira a ser la Dama de hierro del centro derecha avilesino.

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