martes, 14 de abril de 2020

DUC (y XXXI) La Comida en la calle sí ha tenido lugar.



Sabugo, 2015



El Lunes de Pascua en Avilés es sinónimo de Comida en la calle, la fiesta que nació hace casi treinta años y que ya se ha asentado en nuestro imaginario colectivo que en el recuerdo colectivo es que todo el mundo participó en la primera edición (alerta de spoleir: yo no). Pero hoy no se trata de eso. Hoy de lo que se trata es que este año no hubo Comida en la Calle. ¿O sí la hubo?
No lo tengo claro.
Lo cierto es que las redes sociales, las tan denostadas redes sociales, se llenaron de fotos de gente celebrando la comida, no en la calle, sino en sus casas o en los balcones; aportando los platos que siempre llevan al lugar de Avilés donde les gusta ir. Todos hemos recordado los mejores momentos, se ha cantado y se ha reído; se ha llorado y nos hemos abrazado, sabiendo que el sentimiento de hermandad es eso, un sentimiento, y, aunque estemos confinados, encerrados para superar la epidemia, nada ni nadie nos hará renunciar a la fraternidad avilesina, a la comunión entre todos nosotros que sólo aspiramos a vivir y disfrutar de la vida, amar y ser amados, sentir el aire de la mañana en la cara y una taza de café. Nadie podrá acabar con eso.
Y mucho menos un virus.
La Comida en la calle sí tuvo lugar.
 

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails