Del concierto de toses en el Pleno al espectáculo de violencia callejera en la plaza de España, esta semana ha mostrado con cierta crueldad las carencias de la Agrupación Social Independiente de Avilés (ASIA) y sus gentes. O viceversa. La marcha de Antonio Sabino despertó una metástasis que puede terminar como el rosario de la aurora. Nos sentaremos a verlo. De momento, hoy por hoy viven en una paradoja que aún nadie ha señalado: el único grupo donde el 100% de los concejales reside fuera del concejo y que lleva, ¡oh crueldad!, los intereses de Avilés por bandera. Y un portavoz, Miguel Ángel Villalba, domiciliado en un solar en ruinas (el número de la plaza de España, según denunció Álvaro Álvarez en la pasada campaña electoral y aún nadie ha rectificado). Así están las cosas.
Con todo esto uno aprende que, al final, los demagogos terminan siendo víctimas de la demagogia, no sé si los primeros, los segundos o los últimos. Pero ahí están, The Asia Team Corporation en la encrucijada de las contradicciones, buscando esconder la pancarta de las liberaciones y los elogios a su ex-portavoz, cuando se demuestran como una especie de jarritxus de segunda, maleducados y sin la más mínima idea de lo que es la tolerancia.
No sé donde terminará ese espectáculo vergonzoso y vergüenza de los miles de avilesinos que confiaron en ellos. Y a todos los avilesinos, pues la ciudad no se merece unos salvadores de ese calaña. Pero puede ser divertido. O tempora, o mores.