miércoles, 26 de octubre de 2016

Lección de narrativa




Difícil de clasificar, pero obligado de leer. Es lo que sucede con Cosecha (Hoja de lata), el premiado libro de Jim Crace (Saint Albans, Reino Unido, 1946) que juega con varios géneros para entregarse, desde la primera página, a la buena literatura y que llega a España en traducción de Pablo González-Nuevo. Su narración de la transformación de una pequeña aldea podría ser un relato histórico, pero también existen suficientes elementos para considerarlo un libro político.
O social por la disección de mecanismos como el comportamiento de una sociedad cerrada, el miedo al desconocido o los mecanismos de manipulación y control.
Escoja la etiqueta donde se encuentre más cómodo y léalo. Es lo único importante.
A lo largo de 17 capítulos, Walter Thirsk narra los avatares que afectan a una pequeña comunidad rural, suponemos que inglesa. Es lo de menos. Sus problemas son tan actuales que, por ejemplo, encontramos las reacciones de rechazo a los extranjeros que se producen hoy en día en Europa. O el mismo drama de los refugiados que azota al Mediterráneo.
El narrador utiliza la primera persona con absoluta maestría. Le permite transmitir los miedos e incertidumbres del protagonista, un anti-héroe que trata de sobrevivir sin importarle muy bien el precio que debe pagar. La lentitud de las primeras páginas sirve para trasladar al lector al mundo atemporal y comprenda la trascendencia de una un cambio narrado con una prosa seductora.

El libro no deja de ser una denuncia de la manipulación que ejerce el poder político sobre la sociedad, de la imposición del cambio de la transformación, la dificultad de la lucha.

Publicado en el suplemento Culturas de La Voz de Avilés-El Comercio, página 4, 24 de septiembre de 2016

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