No suelo hablar de los apuntes que voy a escribir en el Archipiélago. Aunque, como siempre, hay excepciones. Una de ellas sucedió la semana pasada y, desde luego, me alegro. Había visto el nuevo anuncio de Toscaf y pensaba escribir sobre él.
Para los lectores que no son asturianos, os explico que Toscaf es una empresa cafetera de Asturias, de las de toda la vida. Sus instalaciones centrales se encuentran en Peñaullán, en Pravia. La foto está hecha desde el coche, aprovechando un semáforo en rojo, de ahí el reflejo.
El cartel me sorprendió. Me gustó la imagen de modernidad, la introducción de diferentes elementos gráficos que pueden relacionarse con el mundo del café, su apuesta por hacer algo moderno, nuevo... Y tampoco entendía por qué se conservaba el logotipo original, muy de los años 50, cuando se creó la empresa.
El caso es que hablé de todo eso con personas de la empresa. Y me contaron la siguiente historia. El logotipo es obra de José Luis García que, junto con María Jesús Menéndez, crearon su empresa desde la nada. Ahora, su hijo es el que se encarga de la compañía y, en este nueva campaña, quería mantener un recuerdo a su padre, que dirigió Toscaf hasta hace poco. Así que la mejor idea era retomar el logotipo antiguo y hacer ese mensaje, que es un guiño hacia ellos mismos y también hacia fuera.
No sé a vosotros, pero a mí esas historias me emocionan y, desde entonces, veo el anuncio con un cariño especial.