Casi nos hemos olvidado de la final del Campeonato del Mundo de Fútbol. El caso es que regresa la temporada del deporte rey en España. Es como una pesadilla interminable para los que no nos gusta seguir la competición, salvo partidos internacionales o grandes finales. Menos mal que encontré en una herboristería tiritas para los aficionados. Apósitos, en plan fino.
Pero los posibles dolores pueden afectar a más club, no sólo a los merengues.
Y, aunque no entiendo la ausencia de la señera o la presencia de la bandera española en los apósitos del Barça, la conviencia de ambas aficiones es posible:
Al menos en el escaparate que nos deja un buen ejemplo de marketing de producto. Lo que se puede hacer para vender. Y, al tiempo, radiografiar a una sociedad, sus pasiones e ilusiones.
