domingo, 12 de abril de 2020

DUC (y XXIX) La meca de la irreverencia





Cuando termine todo esto habrá que hacer muchos reproches al gobierno, recriminar actitudes a la oposición, analizar lo sucedido y estudiar la gestión para intentar que la próxima epidemia nos pille mejor preparados. De todos los reproches que yo haré el gobierno, el primero será que me quitaron a mi hija, a Costillina; que nos robaron varios meses, incluso un par de años.
A mediados de marzo, Costillina era una niña normal de nueve años, infantil como esperamos que sea, descubriendo la vida y creciendo más rápidamente de lo que a los padres nos gusta. También a las madres les disgusta esa velocidad, por lo que me comenta Costilla. Un mes después, Costillina ha madurado mucho más rápido. Sigue siendo la niña que era, sigue creciendo más rápidamente de lo que me gustaría, pero ya no es la misma. Algo se ha perdido. Ha madurado de una manera precoz. El confinamiento, permanecer aislada sabiendo que es necesario para cuidar de sus abuelos y de otros mayores; el miedo al contagio. Todo eso la va cambiando. Nos llega una Costillina que esperábamos para más adelante, pero no ahora.
Costillina, en estos días, ha acuñado una frase que repite con frecuencia. No pasa un día sin que la escuchemos un par de veces expresar: "Esto es la meca de la irreverencia". Me recuerda las películas de Berlanga, donde siempre había un personaje que soltaba: "Esto es borbónico". Viniese o no al cuento. A mí, como lo dice Costillina me hace mucha gracia y cuando viene al cuento me alegra comprobar lo lista que es Costillina.
Pero también me da pena pensar el tiempo que nos han robado.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails