domingo, 2 de septiembre de 2018

No se enteran de nada

Photo by Frame Harirak on Unsplash
En la biografía que Diego Carcedo dedica al general José Antonio Saénz de Santamaría describe el encuentro de éste con Santiago Carrillo durante un acto en el Hotel de La Reconquista. Ambos se acercaron y, ante la sorpresa de muchos, dos enemigos de la Guerra Civil se fundieron en un abrazo. 
Eso fue la reconciliación de la Transición, ese fue el espíritu de la concordia que los actuales vientos intentan desterrar.
Porque algunos no se enteran de nada.
La Transición significó un perdón para todos. Porque en la Guerra Civil, en la República hubo suficiente mierda para que los historiadores se entretengan y los demás vivamos, incluso podamos debatir pero no intoxicar la actualidad, incorporarlos a la agenda política de una manera claramente tóxica.
Por eso durante años nadie recordaba a Carrillo su vinculación con Paracuellos, ni se reprochaba al PCE su intento de golpe de Estado a la República que contribuyó a debilitarla, ni la purga del POUM que tampoco ayudó. De la misma manera que nadie puede dudar de que el régimen de Franco fue una dictadura, legitimada internacionalmente, eso es cierto, pero una dictadura.
Sí, hubo asesinatos y torturas. Y nadie con un mínimo de sensibilidad puede discutir que los españoles tenemos una deuda pendiente con mucha gente que yace en los caminos y cuyas familias llevan demasiados años sin poder tener un sitio digno donde ir a recordarlos, a honrar su memoria.
Y mezclar todo esto, crear una especie de combinado con olvido, desmemoria e ignorancia, ¿a dónde nos lleva? Nos aleja de la realidad, de nuestros problemas cotidianos; permite que el gobierno haga el ejercicio de que gobierna pero, en realidad no cumple sus deberes.
Por último, Franco no quería ser enterrado en el Valle de los Caídos. Así que la exhumación del cuerpo representa cumplir la voluntad del dictador. Ahí dejo eso.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails