Después de unos cuantos viajes por la Autovía con el nuevo límite de 110 kilómetros por hora, estas son mis primeras conclusiones:
- El número de cafres se mantiene igual. Es decir, de los coches que te adelantan superando ampliamente los límites.
- Conducir es más difícil. Como no estás acostumbrado a ese límite, te fijas más, existe menos riesgo de quedarse dormido.
- Adelantar resulta más complicado.
- El depósito sigue vaciándose como antes. No veo ningún ahorro por ningún lado.