miércoles, 19 de mayo de 2010

El zapatazo y el marianazo

Poco a cambiado desde que Machado escribiese que una de las dos Españas nos helará el corazón. Lo normal es que, tal como están las cosas, nos hagan llorar las dos. A la brutalidad del ajuste que surge de un gobierno quemado y sin credibilidad le sumamos una oposición sin ambición de Estado, guiada por el mero interés partidista. Es decir, al zapatazo le sumamos el marianazo. A este paso, cuando uno ve la televisión no sabe si escucha a Leyre Cospedal o Bibiana Pons.
Siendo necesario un ajuste, cuando llegan las medidas drásticas, el Partido Popular se opone a lo que venía reclamando, incluso se atreve a criticarlas. En los momentos en que es más necesario que nunca una gran coalición, los lideres políticos pierden la boca tratando de rascar un puñado de votos para acercarse al poder. Y, si se hunde el país, nos da igual. Lo que importa es llegar al gobierno, aunque sea para gestionar un erial.
Y, mientras tanto, se pierde el tiempo y fuerzas, no se hace una pedagogía necesaria a la gente sobre lo que es gasto social, sobre los sacrificios que debemos asumir... En la política mandan los titulares y las encuestas, las intenciones de votos, no el interés general. Y así nos luce el pelo.

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