No sé si recuerdan la película Cadena Perpetua. Se estrenó hace veinticinco años y ese era el título español a The Shawshank Redemption. Tuvo bastante éxito. Es una de esas historias de amistad y esperanza que terminan siendo eternas. De su amplio reparto de personajes, hoy me quedó con uno: con Brooks. Su historia es trágica. Era uno de los presidiarios más ancianos de la cárcel y cuando es liberado, termina suicidándose porque no se adapta a la vida en libertad.
Y esa es la pregunta que hoy me atormenta. ¿Me adaptaré a la vida en libertad? ¿Volveré a disfrutar de los paseos, de la posibilidad de salir a la calle, bajar sólo una bolsa de basura, no tener que hacer una gran compra y pasar la mayor parte del tiempo recluido?
Sí, son las preguntas del día pero lleva uno, como tantos, tanto tiempo encerrado que de vez en cuando surgen esas dudas.