jueves, 18 de febrero de 2010

Al sol que más calienta



Lo encontré en la avenida de Los Telares en dirección hacia Jardín de Cantos, poco después de la glorieta que enlaza con Pruneda y la estación de autobuses. Allí estaba, un día de enero, aprovechando el sol, relajado sobre el coche.
Nada más verlo, me acordé de Patatrucho, uno de los machos que, un buen día, apareció por Xivares. Al verlo, cojeaba bastante. Hasta que fijamos que la faltaba la pata de atrás. ¡¡Era el primer gato discapacitado que veí!! Días después, vi a Tila comiendo algo parecido a un hueso que podía ser la pata de Patatrucho, aunque no quise indagar. Tampoco ella dejó que lo quitásemos.
Patatrucho caminaba cojeando y el resto de gatas no lo querían nada. Poco a poco lo aceptaron, aunque siempre lo mantuvieron apartado. Era bastante desconfiado, huraño. Se diría que la falta de esa pierna alimentaba sus precauciones. Le dejábamos algo de comida a parte y allí se iba arreglando. Después de dos años, desapareció.
No sé el motivo, pero recordé todo eso cuando vi a ese sultán gatuno en Los Telares, disfrutando del sol.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails