viernes, 29 de agosto de 2008

La horchata


Es una de las mejores cosas del verano: llega el calor y se puede disfrutar de la horchata, fresca y para calmar la sed. Una buena limonada no está mal, pero uno disfruta sobremanera con la horchata. Ya se anuncia en alguna terraza de la avilesina plaza de España, señal de que en el norte también nos acercamos a la modernidad. Seguramente, las distancias nos impiden disfrutar de las exquisitas horchatas artesanas, pero las pasteurizadas son suficientes para disfrutar con la inteligencia de los valencianos para crear este néctar.
Es un pequeño homenaje a esta bebida, de la que uno no entiende cierta mala fama con frases tan desafortunadas como tener la sangre de horchata.

La fiesta de Obama


La imagen que ilustra este apunte está sacada de la recomendable bitácora del profesor Juan Antonio Giner. Recomiendo que se acerquen para verla en un tamaño más grande. Impresiona.
Es el estadio de los Broncos, en Denver, cuando Barack Obama acepta su candidatura a la Casa Blanca por el Partido Demócrata. El discurso se pronunció ante cerca de 80.000 personas según el profesor Giner, en otras fuentes he leído 73.000. En todo caso, cifras que me asombran cuando, en nuestro país, un mitin ante 10.000 personas es una noticia de primera plana y da para varios días de análisis y contranálisis. También es un mensaje para grandes países como China: la multitud no se encuentra reñida con la democracia.

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