
Es una de las mejores cosas del verano: llega el calor y se puede disfrutar de la horchata, fresca y para calmar la sed. Una buena limonada no está mal, pero uno disfruta sobremanera con la horchata. Ya se anuncia en alguna terraza de la avilesina plaza de España, señal de que en el norte también nos acercamos a la modernidad. Seguramente, las distancias nos impiden disfrutar de las exquisitas horchatas artesanas, pero las pasteurizadas son suficientes para disfrutar con la inteligencia de los valencianos para crear este néctar.
Es un pequeño homenaje a esta bebida, de la que uno no entiende cierta mala fama con frases tan desafortunadas como tener la sangre de horchata.
Es un pequeño homenaje a esta bebida, de la que uno no entiende cierta mala fama con frases tan desafortunadas como tener la sangre de horchata.