Aseguró que regresaría, pero no me dijo cuando. Retornaría a casa por la mar, por la mar en la que se fue, aunque las olas ya no serían las mismas ni su cuerpo sería igual. Vendría más viejo, cansado, doliente por el dolor y la muerte. Regresaré, me prometió, mientras me besaba antes de marchar.
Y al verlo partir me senté a esperar, aguardar su regreso mientras mi cuerpo se convirtió en estatuta y mi alma en espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario