La publicación de la nueva Ley de Reproducción Sexual en el Boletín Oficial del Estado ha culminado una de las mayores barbaridades del siglo, convertir el asesinato de un niño en un derecho. El aborto ya es un derecho sin ningún tipo de deber en España gracias a una normativa que lleva la firma del Jefe del Estado, don Juan Carlos I.
Su rubrica ha despertado un importante debate en muchos medios: ¿se encuentra bajo la misma excomunión que los diputados y senadores? Es un tema importante, ya que la Española es una monarquía católica.
La Conferencia Episcopal Española ha declarado que no es el mismo caso, luego no cabe la misma sanción. ¿Por qué? La diferencia radica en el papel del Jefe del Estado. La firma de las leyes es algo que le viene obligado; su rol es un papel simbólico, institucional; carece de capacidad legislativa, ejecutiva o judicial. Y negarse a firmar una ley aprobada por un Parlamento soberano lo situaría al margen de la ley. En cierta manera, su situación es comparable, salvando las distancias, a la de un alcalde contrario al aborto que se encuentra con una licencia urbanística para abrir una clínica abortista en su concejo. La licencia cumple todos los trámites legales, luego no cabe negarse, salvo que cometa una prevaricación.
Claro, tenemos el antecedente del Rey Balduino de Bélgica que, en semejante brete, decidió abdicar para no firmar una ley del aborto en su país. La pregunta obligada es si Don Juan Carlos I debería haber hecho lo mismo.
Y uno, sinceramente, no tiene una respuesta. Es algo que debe responder el titular de la corona con su conciencia. La abdicación supone renunciar a la jefatura del Estado, nadie le asegura que, pasadas 48 horas, vuelva a ser coronado. De acuerdo, ya tiene sucesor y no hay problema, ¿pero sí el príncipe no quiere firmar esa norma? O, aunque la asuma, ¿podría el Jefe del Estado decidir abrir una crisis institucional de esas dimensiones en un momento como el actual?
Me encanta que se justifiquen lo que se consideran "malas acciones" en aquellos con capacidad para no aceptarlas y sin embargo no se haga en aquellos que no la tienen. A ver si va a resultar que las consecuencias de un aborto para una niña de 15 años, de una familia desestructurada -por ejemplo-, sin dinero y sin futuro -una asesina de niños, según algunas miradas- y las de un rey que por razones de moral, si es el caso, dimite de su puesto no sólo son comparables, sino que se inclinan hacia el lado del rey.
ResponderEliminarLo de derechos y deberes vale para eso que comentas del aborto y, por supuesto, también para ser Rey. Y lo del ejemplo de Balduino, en fin, yo me imagino a mí misma "abdicando" cada vez que algo no me guste y "coronándome" cuando ha pasado el marrón y me da la risa. Es más, pienso dimitir de mis deberes ciudadanos el día 20 de cada trimestre y, ya puestos, el día 1, cuando me pasan el recibito de autónomos, el día dos vuelvo a ser ciudadana española de pleno derecho. :-)
Fernando, lo de Balduino fue impresentable.
ResponderEliminarMe he puesto a leer la Ley Orgánica 2/2010 y aún no la he acabado. Cuando acabe la releeré y me tomaré un tiempo para pensar.
Me parece que hay mucha gente opinando sin haberse parado a leer nada, habitual en España.
Hola!!!
ResponderEliminarBuen día mi nombre es Tatiana soy administradora de un directorio de webs y blogs, estuve visitando tu página y
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Un beso. Saludos.
Si se le quita el derecho de decidir a una mujer sobre su propia maternidad... ¿qué derecho puede tener un colectivo como la iglesia o la monarquía?
ResponderEliminarAquí DIOS decide por obra y gracia del Espíritu Santo a través de la madre. Sus ministros y monarcas -puesto que que se legitiman en derechos adquiridos en el otro mundo- que decidan en el reino de los cielos.
Claro, es que esa la cuestión, mientras unos hablan de convertir el "asesinato" -en fin- en un derecho, esta la otra mirada, la de que la mujer tiene derecho a decidir si es o no madre y no a que nadie decida por ella.
ResponderEliminarUn día en una tertulia en la radio escuché un comentario que me pareció muy significativo y era que, si una pareja usa un preservativo y este falla, la visión religiosa concede al condón el poder de decisión por encima del de la mujer. Curioso.
Annie: la situación legal del Rey en España es la que es y en función de ellas tiene sus responsabilidades. Balduino abdicó, pero al hacerlo no sabía si iba a recuperar su puesto de trabajo.
ResponderEliminarCh: ¡qué le vamos a hacer! Semos españoles.
Tatiana: me agrada que quieras incluir Archipiélago en tu lista de bitácoras. Por mi parte no pongo ningún problema.
Annie: supongo que estarás hablando de los budistas, no de los cristianos.
Nunca he escuchado a un budista, pero sí he escuchado en tertulias en España decir que si el condón se rompe a apechugar con el error -error del condón, digo yo-, luego decide el condón, no los futuros padres.
ResponderEliminarDe todas formas entiendo en parte la postura de la Iglesia y me parece bien -así, sin entrar en otros matices, que entonces las cosas no están tan claras- que se manifiesten en contra de la Ley. Lo de hablar de asesinato o la publicidad donde se presenta a un niño de un mes como víctima de un asesinato, pues ya no, ahí se les va la mano varios pueblos.
Fernando, el Rey español, se puede negar a la firma, faltaría más, eso sí, al negarse se juega su puesto, pues se le podría inhabilitar, establecer una regencia, etc. Mira tú, con nombres tan raros y tanta pompa y es lo mismo que te podría pasar a ti si un día decides que un artículo no entra en la edición del día aunque tu director haya dicho que sí, te juegas tu puesto y en tu lugar colocarían a otro. Simple, no es necesario adornarlo.
ResponderEliminarY lo de Balduino, en fin, abdicar por un día, pensar que no estaba pactado... ingenua soy un rato largo, pero vaya, que no cuela.
http://es.wikipedia.org/wiki/Balduino_de_B%C3%A9lgica
ResponderEliminarAhí está una versión bastante neutra. El gobierno belga podía haber seguido para adelante.
Y siento que no te guste la opinión que tenemos algunos sobre el aborto, pero es lo que es.
Claro y Díaz Merchán podía haber pagado a sus empleados, la cuestión no está en el "podía", si no en que pudiendo no lo hicieron, como casi siempre y también, como casi siempre, a los que "pudiendo" no les hacen nada, suelen ser los mismos.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente la postura de la Iglesia ante el aborto y la comprendo, que no es lo mismo que compartir, pero hablar de asesinato no me parece que sea ni acertado, ni correcto. De igual manera que un soldado no es un asesino profesional aunque pueda llegar a matar, que no lo es alguien que mata para defenderse o que no lo es el vecino que atropelló a un par de señoras en Gijón con su furgoneta. Como bien dices, es lo que es, pero una cosa es que se considere algo terrible y otra que se hable de asesinato y asesinos.
Y lo de poner en los carteles la foto de un niño de varios días como "víctima de" es mentir, y eso es pecado. Dicen.