A estas alturas, casi todos los lectores de Archipiélago sabrán que hoy se celebra San Canuto, un nombre que la cultura de las drogas ha contribuido a popularizar. No son extrañas las bromas y las reuniones para fumar hachís o marihuana a su salud. Sin embargo, San Canuto es un santo muy querido en los países nórdicos, hasta el punto que desde el año 1100 es el primer Santo de Dinamarca y el Patrón del país nórdico, que contribuyó a fundar.
Canuto nació en la segunda mital del siglo XI, hijo natural de Sven II, rey de Dinamarca. En su carácter, mostró una combinación que hoy nos extraña: capacidad para luchar y, al tiempo, una carácter piadoso y extramadamente religioso. Sus conquistas contribuyeron a fundar lo que hoy conocemos como Dinamarca. Al tiempo que conquista, evangelizaba los nuevos territorios. Murió martirizado, por la traición de su hermano Olao. Canuto estaba en Misa cuando el templo fue rodeado por un grupo de traidores. Después de confesarse y comulgar, el rey fue asaeteado hasta la muerte. Durante el asesinato, las crónicas aseguran que murió perdonando.
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