El pasado lunes, 16 de abril, el Cardenal Ratzinger cumplía años: 80 y poco más de un año como Benedicto XVI. Ha pasado poco tiempo, pero ha dejado muestra más que suficiente de su categoría intelectual y espiritual de una manera asombrosa. Su luz ilumina tanto a los creyentes como a los no creyentes. Los medios progresistas españoles alertaban sobre su denuncia sobre el relativismo en los funerales de Juan Pablo II y en el proceso del cónclave. A muchos, esos mensajes nos generaban cierta incertidumbre. Los árboles no nos dejaban ver el bosque.
Un año después, el magisterio de Ratzinger demuestra su utilidad ante el nuevo siglo. Me fijo en su denuncia sobre el relativismo y compruebo la verdad de sus palabras,que sirven más allá del terreno de la Fe. Así, un relativista reducirá la democracia a un juego de mayorías y minorías, a un concepto estadístico y se olvidará de valores como el respeto a las leyes, la separación de los poderes o los derechos humanos que articulan cualquier democracia y la llevan más allá de plebiscitos cíclicos.
Así que feliz cumpleaños y gracias a Dios por la sabiduría que repartes.
De todos es sabido que la Iglesia que más ilumina es la que arde.
ResponderEliminarY en otro orden de cosas, Fernando, buena presentación para mañana.
todo depende del color del cristal con el que se mire. ¡a dios gracias!. Aunque hay cristales que ...... ¡válgame dios!
ResponderEliminarPerdón, quise decir Dios con mayúsculas, que nadie se ofenda. Sobre todo los que se dedican a controlar las faltas de ortografía.
ResponderEliminarGracias, Luis por tus palabras. Mientras nosotros no estemos dentro de lo que arde, todo va bien.
ResponderEliminarAprovecho el apunte para corregir un error de la entrada. Ratzinger cumple dos años como papa, no uno. Gracias a un compañero, amigo y lector (tres en uno, que regalos me da la vida) me enteré del error. Pido disculpas por si he generado otras equivocaciones.