Dos cosas me llamaron la atención de este cartel, que encontré por la zona de Fátima, en La Calzada, antes de la crisis económica. Por una parte, las faltas de ortografía. Más que el que interrogativo del final, donde se ahorra una tilde, el del sin la contracción preceptiva llama la atención. Es de esas faltas que te saltan a los ojos.
Más allá de esos árboles, se encuentra el bosque de los contenidos: como viene una persona no prevista a dormir a nuestro edificio, cerramos la puerta para que no entre para, después, reflexionar qué hacemos.
No cita las opciones, aunque lo normal sería que oscilasen entre vetar la entrada y la hospitalidad. Solidaridad bajo referéndum.
¿Otro síntoma de nuestros males?
¿Otro síntoma de nuestros males?
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