La primera vez que ví Premonición (Premonition, Mennan Yapo, 2007) la película me decepcionó a pesar de la siempre interesante presencia de Sandra Bullock. Con la retina acostumbrada a otras películas de fantasmas, donde el más allá se comunica con el más acá con una facilidad que sorprendería a cualquier operadora de telefonía móvil.
Recientemente, he vuelto a verla en uno de sus pases por televisión. Con más calma, mi idea sobre el filme cambió radicalmente porque descubrí una historia sobre la vida antes que un filme de suspense o un relato de fantasmas.
Porque esa historia de la mujer que trata de salvar la vida de su marido nos recuerda que es más probable que no podamos cambiar lo que suceda en nuestra vida (en este momento siempre cito el cuento Muerte en Teherán de Benet, pero como ya se lo conté a los que me conocen en innumerables ocasiones y los que me conocen son los que, mayoritariamente leen este bitácora, me lo ahorro) pero sí el sentido, el contenido de nuestros gestos, las líneas que vamos a escribir. Y así, aunque sólo intuyamos el misterio de la existencia, nos convertimos en los plenos hacedores del sentido de nuestra vida.
Photo: http://www.quedepeliculas.com/peliculacine-premonition-siete-dias-1297.html
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