La Iglesia es intolerante en los principios porque cree; pero es tolerante en la práctica porque ama.
Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los prinicipios porque no creen; pero son intolerantes en la práctica porque no aman.
La frase-reflexión es del fraile dominico Reginald Garrigou-Langrage y que descubrí gracias a la bitácora La buhardilla de Jerónimo. Me parece muy apropiada para dar la bienvenida a Benedicto XVI en su nuevo viaje pastoral a España. Bienvenido, santo padre.
Se podría aplicar a muchos otros campos, si sustituimos la palabra "Iglesia"...
ResponderEliminarLa Iglesia tiene los defectos del hombre.
J.M.Braña.
El AMOR no es de nadie.
ResponderEliminarEl amor, la bondad, el bien, la confianza, la honestidad y demás etcéteras no son propiedad de la Iglesia.
ResponderEliminarAyer el Papa se pasó tres pueblos con algunas comparaciones que, si los hubiera hecho Hugo Chavez, estaríamos montando una buena bronca. Llevamos el mismo camino que el que llevó a matar sacerdotes y quemar iglesias, dijo el hombre.
Eso debe ser amor, supongo.
Braña: desde luego que se puede utilizar para más campos, pero la frase es la que es. Y, sobre los defectos de la Iglesia, ya tenemos la definición de San Agustín, que habla de la Iglesia como casta meretriz. E
ResponderEliminarAnnie: la Iglesia no se considera propietaria del amor, la bondad, el bien... Intenta guiarse por ellos. Benedicto XVI ofreció un mensaje moderado, de defensa de unos valores que compartimos una buena parte de los españoles, reivindicó la importancia de la familia y la vida.
Pues la reflexión del dominico se apropia del concepto de amor. Los no creyentes no aman, eso escribió parece.
ResponderEliminarAnnie: Yo no leo que los no creyentes no amen, sino los enemigos de la Iglesia, que no es lo mismo. No leo en ningún lugar que la Iglesia se apropie del amor.
ResponderEliminar