Llevamos unos meses viéndolos, se han instalado en nuestro panorama diario. Son los nuevos tinglados de ArcelorMittal en la margen derecha de la ría de Avilés, obra del arquitecto Sergio Baragaño Cachón.
Como muchos avilesinos, sólo los he podido ver desde la lejanía, pero es una obra que me gusta por su contenido metafórico. En ellos se resume los objetivos de una ciudad que sin perder su historia (el metal y su apertura a la mar) aspira a ganarse el futuro con todo lo que significa innovación: Centro Niemeyer, nuevas actividades industriales. Y se levanta ligeramente alejado de la ciudad, lejos de los ruidos y batallas, con tendencia al absurdo, que se libran en la plaza de España, número 1.
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