Hoy estoy en Avilés pero, sobre todo, en Pamplona, en el homenaje al profesor Pedro Lozano Bartolozzi con motivo de su jubilación en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Lozano cuelga la tiza por imperativo legal, pero seguirá dando lecciones sobre cómo disfrutar la vida. Lozano promete nuevos libros y artículos, que habrá que leer para disfrutar y sonreír. Sus amigos disfrutarán de sus conversaciones.
Uno le debe muchas cosas a Pedro Lozano, buenos consejos sobre la escritura y la vida; unas cuantas lecciones de historia y el ánimo constante para ejercer un trabajo de calidad. También una nueva edición de Mediterráneo, de Braudel, que llevo buscando desde hace más de diez años y aún no he logrado encontrar.
En fin, aunque no pude acercarme hasta el Campus, muchas gracias, profesor.
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