Estamos rodeados de gilipollas, incompetentes, estómagos agradecidos, mediocres e ineptos. Seguramente se me olvida algún adjetivo con la preocupación que me causan las enseñanzas de mi bisabuela Luz: "En este mundo todo se contagia menos la hermosura". Motivos para tal ristra de adjetivos en pleno espíritu navideño hay muchos. Que cada uno escoja el suyo, lo medite y busque cambiarlo sin recurrir al kalasnikov.
Uf, ni que me hubieses leído el pensamiento. Pero la mediocridad se alía con la mediocridad, se ayuda y suma esfuerzos. Es un muro imposible de salvar. Yo aún no he descartado lo de la kalashnikov.
ResponderEliminarVaya como te has levantado hoy, jeje.
ResponderEliminarEs cierto que hay mucha gente de la que describes pero también lo es que hay mucha más que merece la pena, que es inteligente, que actúa con honestidad, que aprecia las cosas positivas y rechaza las que no lo son. Vamos, que hay mucha gente buena con la que da gusto estar y compartir el tiempo y las experiencias.
Un abrazo desde Gijón.
Si Fernando, efectivamente estamos rodeados de gilipollas. Pero también estamos rodeados de gente buena, te lo aseguro, dispuestos a ayudar al de al lado.
ResponderEliminarSe agradece ese aire de franciscanismo, recordar que el hermano gilipollas también es hijo de Dios. Pero, de vez en cuando, hay que pegar un grito, rasgar la guitarra eléctrica, aunque sólo sea para descargar.
ResponderEliminarLo que sucede es que tienes una visión parcial de la sociedad, ya que por tu trabajo pasas mucho tiempo con políticos y demás personajes que están en la mamandurria pública, con afán de figurar (y chupar, claro).
ResponderEliminarSi trabajases, por ejemplo, como soldador, seguro que tendrías gilipollas cerca, pero no accederías gilipollas tan selectos como son los que tienes cerca por tu profesión.
Así que una de dos, o cambias de trabajo, lo cual no te aconsejo, o toca resignarse.
Predli, desde luego tienes razón. Uno lleva bien los gilipollas normales, como el que encuentra en el espejo a la hora de afeitare. Pero los gilipollas gourmet, como los que tu comentas, esos son insufribles.
ResponderEliminarGilipollas GOURMET, hay que registrar esa acepción, a nuevos tiempos, nuevas situaciones sociales y nuevas definiciones.
ResponderEliminarYo la verdad de ser gilipollas prefieo ser un GOURMET :), que no se diga
Mira, Mauro, que igual podemos sacar un post: El gipillas gourmet... A ver que se nos ocurre
ResponderEliminar