El futuro de FAC

No cabe duda de que Foro Asturias es uno de los experimentos políticos más interesantes de los últimos años. En sus primeras elecciones se convirtió en la primera fuerza política de la región por el número de diputados y la segunda por el número de votos. A vuela pluma, en su electorado aparece voto de castigo hacia el Partido Popular y el PSOE, aires asturianistas y desencantados recuperados de la abstención. Una mezcla que, desde fuera, parece difícil de amalgamar cuando llegue el momento de tomar decisiones.

Y, mientras esos sucede, sus lideres van ilustrando lo que será su acción de gobierno. Para la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, en su primera toma de contacto con la alcaldía de la villa de Jovellanos los mayores problemas son las entradas gratuitas para que los ediles vayan al fútbol y los toros. Y su gran lider, Francisco Álvarez Cascos, arremete contra la despolitización de las cajas de ahorros, como si a este país no le hubiera costado ya bastante la autodenominada función pública de las cajas. Fuegos artificiales para llenar páginas y asegurarse titulares mientras lo que debería ser su verdadero objetivo (asegurar una mayoría de gobierno para la región) no se atiende.

De todo esto, lo que más me inquieta es que son mensajes que la mayor parte de la población asume hasta con cierta lógica. Tantos años de insultos, de una política basada en la descalificación, de la demagogia como hilo conductor; del sueño de la razón provoca que, finalmente, la gente se limite al espectáculo, a las frases emotivas sin pensar en lo que quieren decir. Es una de las paradojas de las democracias liberales y contra las que resulta más difícil luchar. Y también más apremiante.