martes, 14 de octubre de 2008

Las verdades de Pujol

La noticia mereció un breve, en el mejor de los casos, durante la semana pasada. en la prensa nacional. Aquí dejo un enlace con La Vanguardia con una crónica amplia y equilibrada. Algo injusto porque, por una vez, un político cantó las verdades del barquero. En este caso, el muy honorable Jordi Pujol. El ex-presidente dirige un Centro de Estudios con su nombre donde se organizan diferentes conferencias. En una de ellas, invitó a Toni Soler, presentador de un programa de sátira política llamado Polonia y allí en el foro no dudo en cuestionar las burlas hacia la Iglesia:

¿Por qué metéis al Papa si queréis hacer una sátira política? Sabéis que no protestará, pero ninguno de vosotros se atreverá nunca a hacer ni media insinuación contra un musulmán ni contra el dios de los judíos, ni lo tenéis que hacer. Es injusto. Este Papa no es este imbécil que presentáis.


No está mal que comiencen a decirse estas cosas en voz alta.

3 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo con el tono general de la crítica de Pujol, sobre todo porque reprueba la máxima, es decir, reprueba que se utilice la figura del Papa en las parodias, lo cual significaría que existen personas con derechos distintos a los demás y que deben recibir un trato distinto por razón de su posición y eso no es aceptable.

    La única razón que aduce Pujol, que suena más bien a excusa, es que se mezcla al Papa con los políticos, pero claro, a estas alturas no parece discutible que la figura del Papa, además del aspecto religioso, también plantea sus cuestiones políticas, como bien vemos en España, por no contar con su vertiente de jefe de estado, con sus políticas internas, sus gestiones económicas, culturales, etc.

    Pujol critica que el programa no se atreva con Laporta, a lo que se contesta con que se ha creado incluso un programa centrado en el fútbol, donde Laporta es uno más.

    Pujol critica que se utilice la figura del Papa y no la de otras religiones más peligrosas de criticar. Aparte de que la explicación del presentador es coherente: ha aparecido un imán pero la trascendencia de una y otra religión en España "obligan" a que la figura del Papa sea más visible, la pregunta lleva implícitas otras cosas, pues ya no se cuestiona la validez o no de la parodia, su calidad artística, sino que se cuestiona el valor de los actores, como si para demostrar la calidad de algo fuese necesario jugarse la vida, que es la cuestión implícita en la pregunta, lo cual también es algo que da qué pensar. Ese planteamiento lo podemos llevar a cualquier cuestión de la vida cotidiana y nos daremos cuenta de lo que realmente se está proponiendo.

    Sí le doy la razón a Pujol en una cosa, aunque el la argumenta casi como secundaria pues la principal crítica es que aparezca la figura del Papa, y que, además, pienso debe extenderse a cualquier personaje que aparezca en el programa y no es otra que el exceso, una cosa es hacer una parodia, burlarse, incluso de forma descarnada con alguna situación -lo del coñazo de Rajoy, por ejemplo- y otra es humillar o convertir en esperpento a la propia persona. Algunas de las cosas que dice el Papa, como las que decimos cualquiera, dan para hacer buenos chistes, pero el error sería convertir su persona en un payaso.

    Imaginemos que en lugar del Papa, Pujol hubiese citado a Jiménes Losantos o a Gabilondo... sería más fácil cuestionar sus palabras, ¿no?

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  2. Una espada se ha levantado en la Meca y la cruz ha respondido en Roma.
    Creo que Benedicto XVI es el único político responsable de Europa.
    ¡Gracias, Benedicto!

    Nota: Lo que hagan los titiriteros de Cataluña está lo suficientemente desprestigiado como para no ser tomado en consideración. El único fiable (Boadella) ya ha sido contratado por Esperanza Aguirre Gil de Biedma.

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  3. Annie, discrepo de tu opinión. Firmo las palabras de Pujol, me parece excesivo y desproporcionado el tratamiento satírico a la Iglesia católica. Como actores de la sociedad, los católicos estamos sujetos a que se critiquen nuestras opiniones, incluso sufrir chanzas. Pero resulta que somos los únicos, porque si hablas de Pepiño Blanco, éste se molesta. Y con otras religiones, ni se plantea.
    Café para todos y respeto para todos.

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