Cerró Juanita Marquínez, una de las tres librerías que existían en la calle de Rivero. Santa Teresa y su popular recorte desaparecieron hace años. Ahora sólo queda Casona de las tres librerías que alimentaron los sueños y las lecturas de mi infancia.
Es triste ver una librería cerrada aunque, en este motivo, la causa no sea otra que la jubilación de su dueña, a la que deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida.
Pero ello no evita que uno se acongoje al pasar delante de la librería y verla cerrada, oscura, con las persianas bajas como si fuesen las verjas de una prisión que no dejan salir a los personajes de ficción a conquistar nuevas tierras, a convertir a nuevos lectores.
Me entristece.
ResponderEliminarLo mismo que cuando cerraron, además de las librerías de nuestra infancia, los cines Almirante, Florida y Canciller...
Braña.
Y a mí, como cuando expulsaron a las putas de las meanas y el muelle.
ResponderEliminarSí, Braña, la sensación de hacerse mayor, que determinados territorios se incorporan para siempre a la memoria...
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