Lo escribo más tarde pero lo sentí desde el momento en que escuché en Punto Radio la noticia del asesinato de Ignacio Uría. Nos han vuelto a matar. Pero nos levantaremos y acaberemos los terroristas. Sabiendo que los asesinos de Uría terminarán en la cárcel, ahora nuestros pensamientos y oraciones deben estar con su familia.
Descansa en paz, Ignacio; tus asesinos nunca lo harán.
Descansa en paz, Ignacio; tus asesinos nunca lo harán.
Veo que también tenemos ratas en las islas. No me dan miedo. No saldrán de sus madrigueras.
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