miércoles, 17 de diciembre de 2008

Las lecciones del agua

El proceso de cambio de gestión del agua en el Ayuntamiento de Avilés nos aporta algunas lecciones.
La primera es lo peligroso que resulta la esquizofrenia política y que, además, es contagiosa. El cambio de gestión lo propone el gobierno, aunque uno de los dos partidos que apoya al gobierno pactó antes de formar el gobierno que no respaldará esa medida más allá de su propuesta. Son las famosas discrepancias pactadas que acordaron PSOE e IU. Y está muy bien que busquen una fórmula para nadar y guardar la ropa, pero que no nos hagan comulgar con ruedas de molino a los demás. El cambio lo propone el gobierno, no el PSOE. Y es el gobierno el que contrató los diferentes estudios y tomó decisiones, algunas con el apoyo tácito de IU. ¿Acaso no aprobaron sus concejales el presupuesto que financió los estudios necesarios? Es el gobierno el que decide, aunque una de sus partes prefiera mirar hacia otro lado.
El problema de esa esquizofrenia no es la tortícolis que produzca el giro del cuello para mirar hacia otro lado. Es que la izquierda más radical desperdicia una oportunidad para poner al día su agenda e ideario político. Es la segunda lección. En todo este tiempo hemos escuchado a José Fernando Díaz Rañón hablar de la defensa de lo público, pero ¿qué es lo público? ¿Hacer pagar a los avilesinos más impuestos para ofrecer unas condiciones laborales que el mercado no ofrece? ¿Continuar con el deterioro de la red como el que se ha producido hasta ahora? ¿Endeudar al Ayuntamiento para crear una empresa pública?
Ese debate de las grandes palabras huecas ofrece un olor rancio que, no me extraña, aleja a la gente y a los votantes, interesados más en cuestiones prácticas: cómo me aseguran el suministro a un buen precio. Y, en ese debate, no se han atrevido a entrar desperdiciando una oportunidad para acercarse al mundo real.

6 comentarios:

  1. Fernando, en Avilés debe haber dos personas que intentan introducir criterios racionales en la actuación de nuestra alcaldía. Tú y otro que trabaja en otro periódico.
    No perdais el tiempo.

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  2. En la alcaldía también se emplean criterios racionales para hacer las cosas, de eso no tengo duda, lo que varían son los objetivos a conseguir y por eso los razonamientos son distintos.

    Nosotros juzgamos entendiendo que las acciones del ayuntamiento de Avilés se justifican en el beneficio de los avilesinos y ellos suman otros factores: negocios, acuerdos y presiones del Principado, objetivos del partido, cubrir anteriores errores, peleas internas, asegurarse el futuro, yo qué sé. Es todo un poco triste.

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  3. No sé si fuisteis a lo de Soyinka el otro día.
    El que los concejales se sentasen en un corrito delante del Nobel y los demás detrás, el que el presentador no le hiciese ninguna pregunta sobre su obra, el que no se hubiese coordinado nada de lo que allí se hacía... todo eso demuestra que la razón no cabe en las mentes de quienes no gobiernan.
    O bien si lo hacen racionalmente, pero entonces se proponen hacerlo todo mal... igual teneis razón y es eso.

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  4. Pues claro que era racional: tu objetivo era saber de Soyinka y asistir a un acto interesante. El de los políticos era figurar y salir en la foto, por eso se ponen delante, como si los actos fuesen suyos y les da igual si el acto sale mejor o peor.

    A eso me refería con lo de racionalidad, era juego claro, que realmente estoy en total acuerdo contigo sobre estas cosas.

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  5. Chema, no fui a Soyinka. Quedé en Gijón para ir a una celebración navideña con los cursillos de Cristiandad. Entre tú crónica, los comentarios de Tierra Libertad y la información de Rafa Balbuena me doy por enterado. Y me alegro por mi decisión de haber quedado en Esparta

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