La conmoción que ha generado la muerte de Paul Newman tan sólo se puede explicar por el cariño popular hacia su persona, la huella de gran actor y excelente persona que ha dejado en diferentes generaciones. No voy a repetir todo lo que se ha dicho de su carrera profesional y las excelentes películas que nos ha dejado. Quiero descansar su labor filantrópica y la serenidad de su vida: el deseo de morir rodeado su familia, un matrimonio estable, el dolor por la muerte de su hija. Tengo la sensación de que, además de una excelente actor, se nos ha ido una buena persona. Oremos por su descanso y para que su familia logre el consuelo en momentos tan duros.
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