lunes, 29 de septiembre de 2008

El pensamiento negativo

Leo en El Comercio una entrevista con la filósofa francesa Michéle Le Doeuf con motivo de una conferencia en Gijón. Entre sus ideas, se destaca la siguiente: "La enseñanza cristiana es uno de los motivos principales del machismo actual". Ahí es nada. Cierto en la historia de la Iglesia hay puntos negros que no se van a negar, pero cuando uno se pone a mirar la geografía del machismo actual aparece que el mayor machismo se encuentra en países como Arabia Saudí, Afganistán, China, India, diferentes estados africanos... Es decir, culturas sin la contaminación cristiana y donde a las mujeres se les niegan derechos como el conducir un coche.
Sin embargo, los países donde más se avanza en la igualdad son de cultura cristiana, tanto católica como protestante: España, Francia, Reino Unido, países nórdicos, Estados Unidos... Donde aún queda mucho por hacer, pero donde se ha recorrido un camino muy importante.
Y por todo eso, uno se pregunta por las raíces de ese pensamiento negativo, esa cristianofobia que respiran muchas personas y que profesan una intolerancia contra lo católico que da miedo. ¿Acaso Michéle Le Douef prefiere el burka y el harén?

6 comentarios:

  1. Le Doeuf habla de nuestra sociedad, no del Islam, el budismo o de las tribus africanas: España, Francia, Italia..., en general lo que venimos a llamar primer mundo. Y su afirmación, aunque no sea la única causa, es innegable.

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  2. La humanidad ha sido machista, como regla general, antes del cristianismo.
    Es más, prácticamente todas las especies animales en su comportamiento en grupo o manada son "machistas".
    De manera que aunque esa afirmación sea innegable es también perfectamente matizable.

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  3. Sí, eso también, pero ahí habría para debatir, una cosa es el machismo derivado de una supremacía física -la consecuencia es la misma, pero no sé si eso puede considerarse machismo pues el macho menos fuerte también pasa a segundo plano o incluso es expulsado de la manada- y otra de una cuestión ideológica.

    Eso sí, igual que pienso no debe negarse la influencia religiosa, tampoco creo que deba encontrarse en ella la única causa.

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  4. Yo sigo en mis trece y nadie me aclara por qué en las sociedades de cultura cristiana se avanza más en la igualdad que en las no cristianas. Annie, ¿tu también quieres burka?

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  5. Que una cosa pueda ser mejor que otra no significa ni que sea buena, ni que sea perfecta.

    Tampoco podemos afirmar que nuestra cultura cristiana sea una causa de esa diferencia, puesto que también podría discutirse si sin esa influencia cristiana el avance habría sido más rápido o menos. Igualmente podría decirse que en los países donde las democracias son más avanzadas esa igualdad es manifiestamente mayor, como no podía ser de otra forma.

    Las preguntas cuestionario no molan mucho porque condicionan la respuesta a las opciones que quiera darte el que pregunta... el que a mi no me gusten algunas cosas de la cultura cristiana no significa que me guste la cultura del Islam, contando además con que hay otra respuesta que me gusta más y es que, como no soy creyente, no acepto ninguna de esas ideas, ni la de que las mujeres lleven burka por obligación -por ejemplo-, ni la de que las mujeres no puedan oficiar una misa -por ejemplo-.

    También pienso, como ya he escrito otras veces, que ninguna de esas cosas es religión, ni fe, son inventos de las jerarquías de cada religión y cada cual que acepte lo que le plazca.

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  6. Han retirado un anuncio del ministerio de Economía porque un hombre alaba las croquetas que hace su esposa: "¡Usted no sabe que croquetas hace mi Puri!"
    Ya está tardando en retirar este
    anuncio que se emite en España en TV y la chica dice ¡hombres! (en el del enlace boys) con evidente tono despectivo.
    Mucho feminismo absurdo y muy mal entendido es lo que hay.

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