El comandante en jefe de la Sexta Flota en el Mediterráneo no lo dudó un momento más. Telefoneó al Estado Mayor e informó del objeto volante no identificado que, desde Mesopotamia, avanzaba hacia Belén a una velocidad constante.
Las órdenes fueron tajantes: destrucción del objetivo. La ejecución precisa y perfecta.
Una lluvia de fuegos artificiales iluminaron el cielo del mundo. Gaspar, Melchor y Baltasar decidieron separarse para llegar a todos los lugares donde había caído la estrella y dejar sus presentes.
Feliz Navidad
Paz y amor para todo el mundo
¡Ale! ya nos hemos puesto tiernos.
ResponderEliminarHe puesto una entrada en mi blog comentando el debut. ¡
Suerte!
Muchas gracias, de nuevo, Annie por tu promoción.
ResponderEliminarQué menos que la ternura para estos días de turrón y mazapán.