Si uno escribe es porque es feliz haciéndolo. Y no deja de ser curioso que, en las últimas semanas, cuando menos tiempo he tenido para hacerlo, es cuando la bitácora no sólo me ha aportado felicidad, también aprendizaje personal, crecimiento; encontrarme más feliz con la forma con la que uno vive.
Felicidad, escritura, vida... Tres realidades, tres palabras que nunca pensé que llegaría a poder conjugar como en la actualidad.
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