La auditoría sobre las cuentas del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer y su divulgación es, ante todo, una noticia positiva. Y no sólo porque se constata que existen políticos, en este caso la consejera de Cultura, Ana González, que cumplen su palabra. Superado el impacto inicial y la decepción de ver convertido al que se pensaba en un buen gestor en un chapucero administrativo, el balance final es, sobre todo, positivo. Veamos las razones:
1º El debate comienza a distinguir entre gestores y Centro, este adquiere una identidad propia que antes se encontraba eclipsada.
2º Se conoce toda la situación, el punto de partida para comenzar a reconstruir.
3º El apartado de polémicas comienza a agotarse. Una vez que se debata y se cierre este capítulo, el Niemeyer sólo volverá a los periódicos por su actividad.
4º Los partidos políticos disponen de una oportunidad para generar el hasta ahora inexistente consenso sobre el Centro Niemeyer. ¿Se ha discutido alguna vez sobre la necesidad de la existencia del Museo del Prado? Aunque esta es más bien un deseo.
5º Si en el momento de mayor crisis, se ha seguido programando con el máximo rigor y excelencia, es evidente que superada esa situación todo puedo resultar mucho mejor.
6º La Consejería de Cultura sigue trabajando con la idea de definir los contenidos del complejo cultural y dotarlo de una personalidad definida.
Todo esto frente al escándalo y el barullo, los titulares gruesos y las peticiones de dimisión.
Me parece una buena noticia.
El Niemeyer fue una buena idea que genero mucho entusiasmo e ilusión en Avilés, es necesario echarlo andar de verdad pero sin los dimes y diretes, los tiras y afloja, sin las marejadas políticas de vendettas entre administraciones...con un proyecto serio y profesional.
ResponderEliminarReflexiones necesarias para calmar ánimos de unos y otros (me gusta especialmente la 4).
ResponderEliminarLa transparencia siempre es buena, si va acompañada de lealtad y responsabilidad. ¿Alguien lo dudaba?
Daniel, afortunadamente el nuevo gobierno de Asturias trabaja en esa línea. Mira la nueva programación, el equipo que trabaja y el organigrama que busca una profesionalización y despolitización. Ahora estamos en la fase de purgar los errores del pasado. Será un momento doloroso, pero necesario.
ResponderEliminarRoberto, en general es necesario recuperar la calma en el debate político asturiano. Hace unos días, explicando lo que sucedía a una persona de fuera de Asturias me decía: "la racionalidad política asturiana es muy difícil de entender, es muy poco racional". Estamos en una situación en la que las víctimas deben explicar el comportamiento de los autores; y quienes atacaron el Niemeyer como elemento ilusionante de Avilés siguen pensando en que debe desaparecer.