Arcoíris en Gijón desde la avenida de Juan Carlos I, en El Cerillero. |
Enterramos abril con la sensación de despedir un mes extraño. La sucesión de días de lluvia, el frío; la oscuridad, el marasmo en el que se encuentra la clase política; las incertidumbres laborales alimentadas por el cierre de La Voz de Asturias...
Abril ha sido un mes extraño donde, en cualquier lugar, encontrabas motivos para el optimismo o la tristeza; para la desesperación y la alegría.
Tal vez como todos los meses. Pero este año resultó especialmente duro.
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