martes, 2 de agosto de 2011

20 N, estrategias

El anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de convocar elecciones para el próximo 20 de noviembre ha lanzado a los dos grandes partidos a lo que será una de las campañas electorales más largas y decisivas de la historia española. Larga porque nos quedan tres meses y 20 día de actividad en un ritmo que interesa, sobre todo, al PSOE buscando que el PP se hunda en esta recta final.  Y decisiva porque una victoria socialista dinamitaría el Partido Popular mientras las encuestas vaticinan lo que puede ser una larga travesía del desierto para el PSOE.
Mientras, ambos candidatos comienzan a demostrar las que serán su estrategia. En mi opinión Alfredo Pérez Rubalcaba jugará a mostrarse como una persona normal, apelará a los sentimientos más que a las ideas. Después de todo, cualquier propuesta que haga a los españoles dispondrá de una réplica fácil: ¿Por qué no lo hizo en mayo? Con una gestión del gobierno nefasta, un presidente que es un lastre, Rubalcaba respirará con el descontento popular hacia la clase política y se presentará como el candidato diferente, que va sin coche oficial y paga la zona azul. Estoy contando los días para que comience a jugar con la fecha del 20N: "Ese día lloró la derecha y ahora vamos a hacer que vuelva a llorar".
Mariano Rajoy lo tiene más fácil. De ser asesor suyo, le aconsejaría que se olvidase de criticar al gobierno. Los españoles ya sabemos a lo que nos han llevado las políticas socialistas. Es el momento en que el PP ponga sobre la mesa todas sus propuestas, se olvide de faisanes y hable de todas las reformas que lleva en agenda, sin miedos, sin complejos. Con ello, además, dispondría de una legitimidad cuando el próximo año comiencen las amenazas sindicales de huelga general. "Hacemos lo que dijimos a los españoles y votaron mayoritariamente". Rajoy, hombre prudente, parece que descansará en agosto y en septiembre presentará un libro sobre su idea de España. ¿Será el momento de su cambio de discurso? Lo veremos.

6 comentarios:

  1. Me preocupa nuestro bipartidismo. El panorama decadente, sin propuestas, sin ideas y sin politicos.

    Braña.

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  2. Bipartidismo imperfecto. A mí no me preocupa. Cualquier sistema tiene defectos y los de este son asumibles.

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  3. Vale que sea democracia lo de EE.UU. y su bipartidismo. Vale que lo sea lo de los británicos con la cámara de los Lores.

    Pero todo es mejorable. No es lógico que el voto de un asturiano que vote a IU en Grandas de Salime valga menos que el de un vasco que vote a PNV.

    Discrepo de tu conformismo con estas dos Españas.

    Encima de que la nueva ley electoral beneficia a los dos grandes... La misma mierda. (ojo, que lo digo yo que milité en el PSOE, no ningún antisistema).

    Braña

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  4. Una persona, un voto.

    Braña

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  5. Braña mi conformismo nace en que cualquier sistema tiene defectos. Por ejemplo, vamos a un colegio electoral único y ciertas minorías se quejarán mientras otras gozarán de una representación de la que ahora carecen.

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  6. Pero me reconocerás que una cosa es ser minoría, y otra distinta, que la representación que tienes sea menor a la que debieras tener.

    Braña.

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