El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, no comulga. Y eso que es católico, pero como defensor del aborto, algún obispo ya le ha indicado que no es bienvenido a la comunión. Como vemos, la polémica no sólo se da en España, donde Monseñor Martínez Camino ha recordado las obligaciones de los católicos para escándalo de muchos.
Al final, siempre estamos en el mismo lugar. La Iglesia dice lo que piensa. Y, a partir de ahí, cada uno que haga lo que quiera. Si Dios no existe y es un engaño colectivo que tenemos unos cuantos, ¿qué hay de malo en decir que una persona será ex-comulgada o no irá al cielo? Los laicos-ateos no tienen nada que temer. Morirán y su carne será pasto de gusanos, como la de los creyentes. Si Dios no existe, ninguno de los dos bandos nos daremos cuenta de quien tenía razón.
Y, mientras llega el momento, ¿dónde está el problema de expresar una opinión? ¿Acaso late en esas conciencias un suspiro de Dios, una idea remota de que, cuando los gusanos comiencen su menú de desgustación con nuestro cuerpo nuestro ser tendrá que rendir cuentas ante el Creador?
Supongo que es lo mismo, pero en sentido contrario a cuando un Presidente del Gobierno promete días antes de unas elecciones que el Gobierno regalará 400 euros si él sale elegido.
ResponderEliminarQue sí, pero no, que el señor Camino tiene todo el derecho del mundo a decir eso si le place, pero que suena a lo que es, a amenaza, y que esta no se dirige a mi, que me importa un pito que me excomulguen, sino a personas a las que, aparentemente, sí les importa, luego es una amenaza real.
Y que supongo que cuando entra en juego la religión parece que todo está permitido, pero no, se está amenazando a nuestros supuestos representantes si no votan en la dirección que un determinado grupo desea. Si esto se entiende como normal, pues vamos finos.
La Iglesia católica debería asumir que, hasta que no nos vayamos al cielo o al infierno, España no la gobierna Dios, sino nuestras leyes y a veces ni eso.
Como creyente estoy a favor de la elcción de la embarazada con acuerdo a una ley de plazos.
ResponderEliminarTambién como creyente y sabiendo que Dios no es católico croe que debemos plantarnos la apostasía.
Lo que le ocurra a Joe Biden me la sopla.
Intuía que Annie iba a debatir... No se amenaza, se recuerda las normas de la Iglesia. No es la primera vez que hablamos de ellas. ¿Te acuerdas ese vez con el debate del hincha del Madrid animando al Barcelona?
ResponderEliminarPues Ch, si quieres renunciar a la Iglesia católica, renuncia. Nadie te obliga a estar en ella. Pero sí estás, con un mínimo de coherencia.
No Fernando, el señor Camino este no va "recordando" estas cosas para todos los católicos, ha dirigido sus comentarios a unas personas en concreto y en un momento concreto, no queramos confundir. Tampoco va por ahí avisando a los supuestos católicos que las relaciones sexuales se deben tener con la pareja y con la única intención de la reproducción o de que no usen condones, sólo lo hace en momentos concretos y con intencionalidades concretas a riesgo de que tuviese que excomulgar al 90% -y seguro que me quedo corta- de los supuestamente católicos.
ResponderEliminar¿Has visto El Padrino? ahí tampoco amenazaban, sólo te recordaban que si no se pagaba la protección, pues se corría el riesgo de que mañana tu comercio amaneciera en llamas. Una cosa es cierta, como la mayoría de los católicos lo son solo de boquilla, los diputados pasarán del tema y, como la Iglesia querrá seguir haciendo uso de los próximos, pasará muy mucho de excomulgar a nadie vote lo que vote, o sea, la alta jerarquía de la Iglesia desobedecerá la supuesta ley divina ¿apuestas?
Annie, lo del padrino es muy bueno... Porque salgo ahora para misa, pero me voy riendo. Gracias por alegrarme el día. Los diputados, que voten lo que consideren que tienen que votar, pero que luego no se arrimen a la Iglesia si van por libre. Se trata de ser coherentes. Por lo demás, me aplico de lo Voltaire: no pienso como tú, pero defiendo la libertad para que tú te expreses.
ResponderEliminarPues me alegro, algo útil he hecho hoy entonces. Obviamente comparaba el método nada más, claro.
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